Los dos hinchas de Central Ballester que golpearon a Luis Ventura en pleno campo de juego ya no podrán volver a pisar una cancha. El Ministerio de Seguridad de la Nación les aplicó una “restricción de concurrencia administrativa” por tiempo indeterminado, luego de identificar a los responsables de la brutal agresión que dejó al periodista desmayado con un fuerte golpe en la cabeza.
El episodio ocurrió el 27 de julio, en el estadio del club de José León Suárez, tras un partido entre Central Ballester y Victoriano Arenas por la Primera C. Ventura, además de periodista, es técnico y mánager de Victoriano. Ese día, mientras se retiraba tras el empate 2 a 2, fue golpeado por la espalda a la altura de la sien. Cayó al suelo y perdió el conocimiento.
A través de la Resolución 943/2025, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, la cartera que conduce Patricia Bullrich identificó a Mauricio Manuel Bogado y Sebastián Mauricio Bogado como los responsables del ataque. Ambos fueron registrados en el programa “Tribuna Segura”, lo que les impide ingresar a eventos deportivos en todo el país. La decisión se tomó en base a denuncias, videos y registros fotográficos. La investigación sigue abierta y podrían sumarse más implicados.
El propio Ventura denunció que la agresión no fue un hecho aislado. “Nos masacraron. Me pegaron de costado, medio de atrás, tengo la cabeza hinchadísima. Es el mismo que nos agredió en 2018. Liberaron la puerta y nos persiguió la gente de afuera”, declaró. Dijo además que decidió irse por sus propios medios, pero que no estaba en condiciones ni siquiera de asistir a los premios Martín Fierro.
En paralelo, el Ministerio presentó una denuncia penal por intimidación pública y lesiones agravadas. Días después, uno de los hermanos Bogado se entregó a la Justicia y habló en televisión. “Soy consciente de que lo pude haber matado, pero no me di cuenta de que era él”, dijo en una entrevista. “Me crucé con un hombre con una silla y pensé que me iba a pegar. Fue impulsivo. Me da lo mismo si el club gana o pierde, lo sigo desde chiquito”, declaró. Aseguró no ser parte de la barra y remarcó que su familia “es laburante”.
En un intento por desligarse de la etiqueta de barra brava, también negó haber ingresado al estadio sin entrada. “No me justifico, pero acepto que me corresponde el derecho de admisión. No entro más a la cancha”.
La ministra Bullrich, por su parte, fue contundente. En redes sociales, señaló: “Los Bogado, clan de barrabravas y matones, le pegaron a Luis Ventura. ¡Chau cancha! No solo no entran más; además, pagarán por la agresión. El que las hace, las paga”.
Además de la sanción individual a los agresores, las consecuencias alcanzaron también al club. La AFA clausuró el estadio de Central Ballester hasta fin de año, y suspendió provisionalmente a once futbolistas (cinco del local y seis del visitante). La Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APREVIDE), en tanto, resolvió que el equipo dispute todos los partidos como local sin público durante lo que resta de 2025.
En la misma semana, el Ministerio también prohibió el ingreso a las canchas a tres hinchas de Aldosivi que se enfrentaron a cuchillazos en la tribuna durante un partido contra Newell’s. El mensaje es claro: los episodios de violencia ya no serán tolerados. Y si bien el castigo no borra el golpe, marca un límite que el fútbol argentino necesita urgente.